No se sentía cómodo de hablar a una mujer que acababa de conocer. No se sentía incluso bien de llamarla por su nombre "Cristel". Prefería no llamarla de ninguna forma.
-¿Y bien, entonces te caigo bien, o mal o que sientes por mi? –preguntó.
En ese momento se arrepintió de haber invitado aquella mujer parlanchina a tomar un cafe para conocerse en persona. No quería contarle nada de su vida. Hasta consideró darle un nombre falso cuando se lo preguntó. No veía cómo ayudarla podía brindarle satisfacción a su vida si hasta ahora del auto de ella al cafe había sido un tormento. De lo que menos quería hablar era de su vida rota y sin sentido. Ya suficiente era con estar ahi,y tratar de explicarse que hacia ahi, que se habia dado cuenta de que esa mujer no era lo que èl esperaba, como para seguir hablando de eso en lo que debería ser su momento de reflexión, de soledad. Recordar la mirada de la mujer que cruzaba la calle fue lo único que impidió que no se detuviera y decirle a Cristel, que era lo más lejos que podía llevarla,y que tenia que irse, que para el nunca le había importado lo que los demás pensaran y sin embargo, ahora todas las miradas parecían puñales clavados en su espalda.
-Es que no te pudo contestar, no te he tratado le dije-. -Ah, vaya –dijo ella con cierto descontento.
-¿Qué pasa? – preguntó él, para su sorpresa, con cierta picardía-. ¿Eres del tipo de las personas que juzgan a la gente por su forma de hablar o por la forma en como lusen?
Ella sonrió. Por un momento sintió que la barrera entre ellos se había venido abajo, lo que le permitió expresarse con toda franqueza y desenvoltura.
-No –dijo ella, girando los ojos hacia arriba-. No tengo razones para creer que eres un tipo aburrido que se encarga de señalar los errores de todos y es incapaz de ver los propios. Eso nunca paso pero imagino que esa pudo haber sido la mejor respuesta, y haber cambiado el rumbo de su tonta existencia, pero la respuesta fue un sonido, tipo NANA FINE.
Borre la fugaz sonrisa de mi rostro. Ella de inmediato sintió que había ido demasiado lejos con el comentario y que la barrera había vuelto a erguirse aún más alta que antes. Curiosamente, yo no estaba enojado. Alomejor y yo tenía razón. Era un tipo aburrido al que le importaba demaciado el pasado, y buscaba errores,cuando ni yo mismo sabía qué estaba mal en mi vida, o peor aún, qué estaba bien.
-¿Y bien, entonces te caigo bien, o mal o que sientes por mi? –preguntó.
En ese momento se arrepintió de haber invitado aquella mujer parlanchina a tomar un cafe para conocerse en persona. No quería contarle nada de su vida. Hasta consideró darle un nombre falso cuando se lo preguntó. No veía cómo ayudarla podía brindarle satisfacción a su vida si hasta ahora del auto de ella al cafe había sido un tormento. De lo que menos quería hablar era de su vida rota y sin sentido. Ya suficiente era con estar ahi,y tratar de explicarse que hacia ahi, que se habia dado cuenta de que esa mujer no era lo que èl esperaba, como para seguir hablando de eso en lo que debería ser su momento de reflexión, de soledad. Recordar la mirada de la mujer que cruzaba la calle fue lo único que impidió que no se detuviera y decirle a Cristel, que era lo más lejos que podía llevarla,y que tenia que irse, que para el nunca le había importado lo que los demás pensaran y sin embargo, ahora todas las miradas parecían puñales clavados en su espalda.
-Es que no te pudo contestar, no te he tratado le dije-. -Ah, vaya –dijo ella con cierto descontento.
-¿Qué pasa? – preguntó él, para su sorpresa, con cierta picardía-. ¿Eres del tipo de las personas que juzgan a la gente por su forma de hablar o por la forma en como lusen?
Ella sonrió. Por un momento sintió que la barrera entre ellos se había venido abajo, lo que le permitió expresarse con toda franqueza y desenvoltura.
-No –dijo ella, girando los ojos hacia arriba-. No tengo razones para creer que eres un tipo aburrido que se encarga de señalar los errores de todos y es incapaz de ver los propios. Eso nunca paso pero imagino que esa pudo haber sido la mejor respuesta, y haber cambiado el rumbo de su tonta existencia, pero la respuesta fue un sonido, tipo NANA FINE.
Borre la fugaz sonrisa de mi rostro. Ella de inmediato sintió que había ido demasiado lejos con el comentario y que la barrera había vuelto a erguirse aún más alta que antes. Curiosamente, yo no estaba enojado. Alomejor y yo tenía razón. Era un tipo aburrido al que le importaba demaciado el pasado, y buscaba errores,cuando ni yo mismo sabía qué estaba mal en mi vida, o peor aún, qué estaba bien.
Tanta sinceridad por parte de èl visiblemente lo alteró. Una desconocida había venido a hacerle ver sus verdades, sin siquiera notarlo,Qué ironía, ni siquiera se daba cuenta que no le prestaba atencion y que mi mente estaba en otro lado, pero solo decia si o no, ademas de mover la cabeza de un lado a otro,y a veces dibujaba una sonrisa en mi rostro, pero ella seguia hablando, en espasmos que solo me hacia ver que movia la boca pero no decia nada, mientras sus manos jugueteaban con mis pulseras.
-Lo siento –se disculpó el muy apenado-. No debí haber hecho esto. Disculpa, pero creo que es algo tarde le dije...
Verla tan entuciasmada, me provoco una sonrisa y por primera vez en el viaje, sintió simpatía hacia ella, por creer que el era algo diferente, sin saber que por dentro el no opinaba lo mismo de ella, pero que prefirio no decir nada, y mantener esa sonrisa
-No te preocupes –le dijo sonriendo-. Puede que tengas algo de razón. Me temo que ahora tendrás que decirme como es que cuidas tu rostro, es muy fino y suave, eres modelo, preferi reirme, y no pude decirle nada mas, por que de nuevo hablo y hablo, sin decir nada.
El la miró aliviado. Pensó que ella era de las que no sonreían y no dejaban hablar ala gente.; pero ahora veía que las sonrisas le quedaban bastante bien. Ellos coincidian en que ella era un mujer hermosa una vez que les preguntaban; sin embargo, pocas personas realmente lo creerían sin haberlo meditado, tal como ahora lo creía yo.
- Pensó en decir alguna mentira; pero finalmente se animó a decir la verdad.
-Estoy buscando una caja –contestó.
-¿Una caja? –preguntó ella, pensando que había escuchado mal-. ¿Tu asunto urgente es buscar una caja?
En aquel momento pensó en que la teoría de la resina y los solventes tal vez era verdad.
-Sé que suena estúpido –dijo él- pero no lo es. Es muy importante para mí. Necesito una caja para guardar mis pensamientos, eres algo vacia, eso no lo dijo pero lo penso, y creo que aunque lo hubiera dicho ella no lo hubiese entendido, buenas noches, gracias y aqui me bajo, adios, sigo hablando y del auto salio una mano que me decia adios, mientras aflojaba la corbata, diantres que DATE.
-Lo siento –se disculpó el muy apenado-. No debí haber hecho esto. Disculpa, pero creo que es algo tarde le dije...
Verla tan entuciasmada, me provoco una sonrisa y por primera vez en el viaje, sintió simpatía hacia ella, por creer que el era algo diferente, sin saber que por dentro el no opinaba lo mismo de ella, pero que prefirio no decir nada, y mantener esa sonrisa
-No te preocupes –le dijo sonriendo-. Puede que tengas algo de razón. Me temo que ahora tendrás que decirme como es que cuidas tu rostro, es muy fino y suave, eres modelo, preferi reirme, y no pude decirle nada mas, por que de nuevo hablo y hablo, sin decir nada.
El la miró aliviado. Pensó que ella era de las que no sonreían y no dejaban hablar ala gente.; pero ahora veía que las sonrisas le quedaban bastante bien. Ellos coincidian en que ella era un mujer hermosa una vez que les preguntaban; sin embargo, pocas personas realmente lo creerían sin haberlo meditado, tal como ahora lo creía yo.
- Pensó en decir alguna mentira; pero finalmente se animó a decir la verdad.
-Estoy buscando una caja –contestó.
-¿Una caja? –preguntó ella, pensando que había escuchado mal-. ¿Tu asunto urgente es buscar una caja?
En aquel momento pensó en que la teoría de la resina y los solventes tal vez era verdad.
-Sé que suena estúpido –dijo él- pero no lo es. Es muy importante para mí. Necesito una caja para guardar mis pensamientos, eres algo vacia, eso no lo dijo pero lo penso, y creo que aunque lo hubiera dicho ella no lo hubiese entendido, buenas noches, gracias y aqui me bajo, adios, sigo hablando y del auto salio una mano que me decia adios, mientras aflojaba la corbata, diantres que DATE.
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