Quiero la mirada triste de tus labios. Aquí. Ahora. Me sumo en la oscuridad de los pensamientos porque, tomas, las alas desplumadas de mi reptar. Y dices, cuando dices apenas tan poco, tanto. Que los corazones olvidados llaman, mutilándose entre las flamas de historias carcomidas que también carcomen, porque siguen teniendo fe. Ojalá pudieras devolverme la fe, e inventarme para los dos un nuevo epitafio donde los primeros días dela año ,apenas comiencen, cada vez. Porque la fe es un credo en aquello que no se ve, es una esperanza que consiste en creer que el mundo esta para nosotros, donde no somos lo que ha quedado, lo que sobra de nuestras rapaces existencias.¿Por qué algo que no se ve puede herirnos? Como un fantasma, como un olvido. ¿Por que nos cuesta tanto que nos eleve? Como un beso al viento, como un si. Como podemos hacerlo. Como podemos ser: asaltantes de nos. Y tu, dirás, que cinco días son muy pocos... cuando son muchos, cuando son casi todos, no sabes cuanto te extraño...
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